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8 tips para que “la culpa de mamá” no termine contigo

La culpa que sienten las mamás es completamente normal, sin importar si eres primeriza o ya tienes experiencia. Muchas mamás creen que no pasan el tiempo suficiente con sus hijos, ya sea por trabajo y otras razones. La buena noticia es que, con la práctica, esta “culpa de mamá” puede dejar de paralizarte y dejar que sigas con tu vida de manera más tranquila. Usa uno o varios de los siguientes tips para dejar cambiar la culpa por paz.


1. Reflexiona: Sin duda alguna nuestros hijos son la prioridad, pero hay veces que el trabajo o alguna otra cosa se interpone y se vuelve la prioridad (antes que tu hijo/a) por un rato. Es completamente normal que eso suceda y más cuando tienes una agenda apretada (como la mayoría de las mamás), no está mal, es normal. Ponte a pensar si realmente tu acción fue mala o si tienes una justificación por haber tomado esa decisión o actuado de tal forma. Muchas veces exageramos las cosas y dejamos que la culpa nos invada cuando realmente no había otra alternativa.


​2. Cuestiónate: Para las mamás trabajadoras, te dejamos unas preguntas que, al responderlas, esperemos que la culpa desaparezca, aunque sea un poquito:

  • ¿Qué es lo que te motiva a levantarte todas las mañanas para ir al trabajo?

  • ¿Cuáles son tus logros profesionales y porque el mundo debería conocerlos?

  • ¿Cuáles son tus valores profesionales?

  • ¿Por qué escogiste ser una mamá que trabaja?

Después de haber pensado en las respuestas a estas preguntas, escribe una frase o unas palabras que puedas leer cuando sientas culpa por haber dejado a tu hijo solo en casa o en la escuela para irte a trabajar. Escríbela en un lugar visible o en post-its en varios lugares de tu coche y casa.

3. ​Analiza tus amistades: Hay muchas personas (lejanas o cercanas) que hacen comentarios que te dejan pensando y desembocan en un sentimiento de culpabilidad, ya sea que esas personas lo hagan a propósito o no, suele pasar. Si lo crees conveniente, tomar distancia de la persona puede resultar sano, sino simplemente evita tocar ciertos temas en los que sabes que esa persona va a decir un comentario desagradable. Cuando son familiares (o tu suegra) resulta más difícil porque por más que quieras huir, a veces no te resulta viable esa opción. Vaya que a los familiares les encanta opinar y criticar todo, aquí el consejo es: Intenta salir discretamente al baño o cambiar de tema, antes de que el ambiente se ponga tenso.


4. Cada quien habla como le va en la feria: Toma en cuenta que cuando alguien hace un comentario negativo, es porque así lo ve esa persona desde su perspectiva y con base en sus experiencias pasadas. Pregúntate que es lo que esa persona tuvo que vivir para llegar a esa conclusión, esto te ayudará a no tomarte el comentario tan a pecho.


5. Pasa tiempo con tus hijos: Tomarte un tiempo para ti y tus hijos ayudará mucho a quitarte la culpa. No necesariamente tienes que hacer algo enorme, hay pequeños detalles que para tu hijo pueden significar el mundo entero. Por ejemplo, si es pequeño, juega con él/ella mientras lo bañas o ve un programa de tele con él/ella. Si es más grande, puedes dejar que ellos escojan que quieren hacer contigo, ir al parque, a una plaza, etc. Si de plano no te puedes tomar un tiempo entre semana, aparte un fin de semana exclusivamente para estar con tu familia.


6. Todos tenemos dificultades: Cuando te sientes culpable por trabajar, es normal que te imagines la vida de ama de casa color rosa, pasando tiempo con los niños y siendo felices siempre. La realidad es que no, aun las mamás que no trabajan llegan a tener igual o hasta más estrés que las que si lo hacen. Así que también trata de verle el lado positivo a estar en una oficina o trabajando sin tener a tus hijos encima todo el día.


7. Acepta la realidad: Es lógico que si trabajas, no puedas estar todo el tiempo con tus hijos. Enfócate en los beneficios que te da tu trabajo y no veas todo de lo que te pierdes por estar ahí, porque si no no vas a ser eficiente ni en la casa, ni en el trabajo. Poner una foto de tu hijo en la pantalla de tu celular o en la cartera, te puede ayudar a extrañarlo menos y saber que él/ella es tu motor principal para lo que haces.


8. No es para siempre: La vida da muchas vueltas y puedes arrepentirte de haber tomado ese trabajo, pero tranquila, nada es para siempre (afortunada o desafortunadamente). Tu hijo crecerá rápido y entenderá tu situación en vez de llorar porque lo dejas solo. De igual manera, puedes cambiar de trabajo a uno que se acople más a tus necesidades en ese momento. La mayoría de (si no es que todos) los cambios son para bien, la esperanza es lo último que muere.


Fuente: https://www.thespruce.com/survive-mommy-guilt-hate-job-3545118


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